25.7.13

CAPRICHOS

Eres como el vestido que a los seis años
no quise dejar de usar durante una semana entera

Eres como el cuento que quería que me leyeran
una y mil veces más, noche tras noche

Eres como el chocolate que en cada tienda
en la que entraba quería probar

Eres como la muñeca de la que me antojaba
y con la que jugaba hasta dejarla hecha trizas

Eres el capricho de una niña caprichosa
y terca (valga la redundancia), sí eso eres,
nada más que un capricho, un deseo fuerte
e intenso pero pasajero.

2 comentarios:

  1. Sheresade, me gustó mucho. Luego de leerte creo que llego a la conclusión de que varios de que he sentido eso que describes demasiado a menudo.

    Un abrazo.

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  2. si creo que en general es común que los seres humanos tengamos esta clase de sentimientos... sonríe

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