Cuando di mis primeros pasos,
Para sujetarme y enseñarme
Que puedo lograr mis metas.
Cuando iba a mi primer año de colegio,
Fueron tus hombros caídos
Los que me llevaron y me enseñaste
Que contaba con tu protección.
Me enseñaste a amar a Dios,
A guiarme por sus caminos,
Y emprender el mio,
A descubrir el verdadero valor de las cosas.
Cuando algo no me gustaba
Con tu magia lo convertías en lo mejor
Que yo podía disfrutar.
Ser tu niña fue una etapa llena de aprendizajes
Salí de ese mundo en el que estaba protegida
Para distinguir formas, emociones, cariños.
Pero todo fue fácil a tu lado,
Siendo tu mi mayor ejemplo y mi héroe.
Lamentablemente algo duro tuve que aprender
La vida no siempre es lo que parece, ¡que loco!
Pero nuevamente tú me lo enseñaste
Sólo que te equivocaste y
Y con duras pruebas lo aprendí.
Solo por eso recordaré
Lo bueno de ser niña y viviré
Para pensar cuan bueno fue tener un papá, y
Despertar cada mañana
Con el dulce sonido de su voz.
Pdta. Con tus “verdades” me engañaste.
Cuanto me estuve perdiendo al no pasar por tu blog, ahora me lamento de haber tardado tanto. Eres muy buena!
ResponderEliminares un dicho inmerecido, muchas gracias y que bueno que ahora ya puedas leer mis entradas :)
Eliminar